
Búscamos de forma constante la mejora continua en nuestro sistema productivo, para minimizar el impacto medioambiental
Las instalaciones de TORBATH FURNITURE, S.A. están equipadas con un sistema de calefacción conectado a una caldera en el que su combustible son los propios sobrantes de madera que se generan durante la producción.
Un combustible limpio y ecológico que es más económico y menos contaminante que los combustibles fósiles.
La biomasa: un combustible ecológico
Combustible de origen vegetal o animal
Por biomasa se entiende todo aquel combustible de origen vegetal o animal, desde los productos derivados de los trabajos forestales (ramas, astillas, serrín, etc.), los trabajos agrícolas (pajas y restos vegetales, cáscaras o huesos de frutos o cultivos específicos) e, incluso, los gases derivados de la descomposición de la materia orgánica.
Utilizar este tipo de materiales como combustible permite reciclar productos que, de otra forma, serían considerados como residuos. Se trata además de recursos renovables y poco contaminantes si se comparan con los combustibles fósiles.
La emisión de CO2 de la calefacción de biomasa
El CO2 emitido se aproxima a cero.
Naturalmente, los sistemas de calefacción por biomasa emiten a la atmósfera CO2 resultante de la quema de este combustible. Pero este CO2 emitido es el mismo que el de las plantas, funciona como el combustible que absorbieron cuando estaban vivas. De modo que el balance final de CO2 emitido se aproximaría a cero.
Calefacción de biomasa: la utilización de pellets
Los sistemas de calefacción por biomasa están diseñados para funcionar con combustibles de diferentes presentaciones, siendo el más habitual los pellets: pequeñas piezas cilíndricas formadas por serrín prensado. Pero también pueden funcionar con otro tipo de materiales, como cáscaras de almendra, huesos de aceituna, leña o astillas de madera.
Las ventajas de las calderas y estufas de biomasa
Consumo hasta un 40% más económico.
Una de las principales ventajas de la calefacción por biomasa es que es una de las formas más ecológicas de calentar una instalación. Además, el combustible es mucho más económico que la electricidad o los derivados del petróleo y su precio está sujeto a menos variaciones. Así, una caldera de pellets puede resultar en su consumo hasta un 40% más económica que una de gas natural.
Hay que añadir que el uso de este combustible contribuye al desarrollo de cooperativas agrícolas locales y al reciclado de los subproductos del monte y del campo, además de fomentar la independencia de las grandes empresas de energía.
Por último, y desde el punto de vista económico, la instalación de sistemas de calefacción por biomasa suelen recibir subvenciones por parte de diferentes administraciones en España.